Buscarle tres pies al gato
Dícese, propiamente, de los que tientan la paciencia de alguno, con riesgo de irritarle. Impropiamente, se aplica a los que con embustes y engaños tratan de probar lo imposible.
Según José Mª Iribarren, es un dicho corrompido, ya que el verdadero es buscar cinco pies al gato. Así lo explica Covarrubias en su Tesoro de la Lengua Castellana: "Buscar cinco pies al gato se dice de los que con sofisterías y embustes nos quieren hacer entender lo imposible; nació de que uno quiso probar que la gota del gato era pie".Sin embargo, Cervantes en el Quijote usa el dicho actual y escribe:
"buscando tres pies al gato". En su Edición crítica del
Quijote, Rodríguez Marín dice que esta frase proverbial significa "buscar
ocasión de pesadumbre y enojo", y añade: "Más corriente ha sido decir cinco
pies, y parece más propio: lo uno, porque hallar tres pies a quien tiene
cuatro es cosa fácil y nada ocasionada a pendencias, mientras que hallarle cinco
es imposible; y lo otro, porque solía añadirse: y no tiene sino cuatro,
y aun esta otra coletilla: no, que son cinco con el rabo".