Nadie es profeta en su tierra
Nadie es profeta en su tierra es una sentencia que dijo Jesucristo estando explicando la ley en la sinagoga de Nazaret al ver que sus compatriotas, en vez de aprovecharse de la ocasión que el Señor les ofrecía, le despreciaban.
San Juan (cap. 4º, vers. 44), dice que "el mismo Jesús dio prueba de que el profeta en su tierra no tiene honra", es decir, que no es comprendido ni ensalzado por sus paisanos.
José Mª Iribarren añade que "es probable que Cristo hubiese utilizado un proverbio hebreo antiguo".
Iribarren, José Mª; El porqué de los dichos. Gobierno de Navarra. Departamento de Educación, Cultura, Deporte y Juventud. Novena edición. Octubre 1996, pág. 320.